viernes, abril 30, 2010

La magia del Chinese Theatre. Darcy, Rita, Marilyn y Cross Roads



El tocador del Chinese Theatre


Darcy, una pelirroja, junto a las huellas de mi pelirroja (de bote) favorita. Margarita Carmen Cansino. O sea, Rita Hayworth





En la habitación donde vivió Marilyn







Con la china de la suerte...Hay que tocarle la frente, el hombro y el codo y ya eres afortunado.Eso dice la leyenda...Yo hoy he tenido un día de perros, por lo que no me creo mucho esto.




Tocador del Chinese Theatre donde se han empolvado la nariz todas, absolutamente todas las grandes estrellas de Hollywood.



Amados míos. Llamadme egoísta, pero he redescubierto el inmenso placer de viajar sola. Voy donde quiero, cuando quiero ¿Que me gusta una calle? Me paro, ¿Qué me apetece un smoothie? Pues me lo tomo ¿Qué me apetece hacerme la manicura? Pues me meto en un establecimiento humilde a más no poder regentado por una par de asiáticas, me sientan en una silla con masaje y jacuzzi de pies y, hala, que por 25 pavos me lo hacen todo. Una de ellas se llama Jennifer, tenían una foto de su padre presidiendo el negocio. También he descubierto que soy una fresca y que no se me cae la cara de vergüenza de torturar a mis queridos angelinos con mi nefasto inglés (de vez en cuando arranco, pero, ay, cuando no, es pa morirse) y que me hago amiga de todo el mundo. De Darcy, de Juan, uno de los conserjes responsables del Roosevelt (es centro americano y ha ejercido conmigo la sobrada solidaridad entre hispanos, que los españoles olvidamos a menudo practicar); me ha enseñado y fotografiado en varias estancias. Entre ellas, las escaleras donde Shirley Temple aprendió a bailar o la habitación donde se alojaba habitualmente Marilyn. También, de paso, claro me ha preguntado que qué hacía estos días, ejem…le he dicho que eso, que very busy, que married etc, etc. Lo cual es verdad. Pero Juan, que así se llamaba el tipo, tenía cara de buena, buena gente.
Con Darcy tuve la suerte de un pase privado por el Chinese Theatre. Conectamos de inmediato…la gente prefiere la horterada del Madame Tusseaud…pero vamos, yo ahí no me gasto ni un cuarto de dólar.


Primera parada. He cogido un taxi hasta llegar al Chinese Theater. Me ha llevado hasta allí un taxista armenio (como casi todos de la compañía azul, llamado Robert)
Ahí he conocido a una chica majísima llamada Darcy. No os lo vais a creer, pero he sido su única cliente. He tenido un pase absolutamente privado, tranquilo, con fotos, con todo lujo de detalles, con el entusiasmo y el calor de Darcy, a la que le encanta el cine y Rita Hayworth y “Cantando bajo la lluvia”.
¿Qué deciros de esa maravilla, misterio y fantasía que es el Chinese Theatre creado por Sid Grauman en 1927? Todo lo que pueda relataros se queda corto. Encima no había visitantes plastas…todo el teatro para mi sola. Increíble. Me da, que los nostálgicos como yo somos, cada vez má, minoría.
El Chinese Theatre fue restaurado, antes las butacas llegaban casi hasta la puerta de lo que ahora es el hall y pretendía ofrecer a la gente un mundo de fantasía y hermosura en la época de la gran depresión. Había el mundo real, y luego el cine, la fantasía…
Este teatro ha aparecido en muchas películas como, por ejemplo “Cantando bajo la lluvia” ¿Os acordáis de la escena de la premiére? ¿Y de cuando Debbie Reynolds cantaba detrás de la cortina para que no se notase al chirriosa voz de Lina Lamont?
Todo eso se rodó allí.
Imaginaos las fotos del tocador donde todas, todas las grandes estrellas se han empolvado la nariz. Os juro que se me pusieron los vellos de punta…y así estuve largo tiempo. Ya sabéis que soy algo bruja y noté muchas cosas por el mágico y misterioso pasillo del Chinese Theatre, en medio de su patio de butacas y, sobre todo, sobre todo, en el tocador. Algo magnífico, subyugante. Tengo que arreglar muchas de las fotos. He subido las que se ven más o menos bien.

La tercera parada fue el Hollywood Museum. Una tipa estirada pero simpática (como queriéndome decir, uy, una pardilla a la que le vamos a soplar 15 euros por que es nostálgica como una tonta) me atendió bien. ..Pero chicos, estos negocios están de capa caída. Cuando le pregunté cuanta gente visitaba a la semana este lugar me salió por peteneras. Lo peor. La muy perra no me dejó hacer una sola foto y me siguió por todas partes para asegurarse. Lo mejor. La gran cantidad de fotos muy originales de Marilyn. Una con Joe di Maggio en la que saca la lengua, otra metida en la cama sonriendo como una chiquilla, que es lo que era Marilyn hasta el final de sus días.
Más cosas interesantes. Los trajes de películas muy antiguas (Greta Garbo, Mary Pickford, Mae West, Dorys Day, John Barrymore) Un apartado muy especial a Bob Hope y otro actor cuyo nombre no recuerdo, mis valientes.
La borde me recomendó un lugar muy curioso pero, comos si fuera una pieza fantasma, hermoso, iluminado y vacío…como los museos y los lugares donde reposan los recuerdos de la época más gloriosa del cine

miércoles, abril 28, 2010

Memorial y Chateau Marmont.























Hoy ha sido una mañana intensa. Espoloneada por la curiosidad y por lo tarde que me levanté debido al maldito Jet Lag he tenido tiempo de visitar dos lugares emblemáticos y uno de mis primeros destinos previstos: El Chateau Marmont.
El otro lugar emblemático ha sido el Memorial, en 6000 de Santa Mónica Boulevard. Un lugar con mucha, mucha paz. Imaginaos, ahí están todos muertos. Me ha sorprendido la cantidad de armenios, rusos y judíos enterrados ahí. Con unas lápidas brillantes y maravillosas de la muerte con las fotos de los difuntos serigrafiadas (no sabría como describir el efecto, mis valientes, habéis de perdonarme) en las mismas. El cementerio es una belleza, diáfano, con sus césped, su estanque su, lo que ellos llaman, "Hollywood forever cemetery". Por supuesto, he rendido homenaje a Rudolpf Giuglelmi Valentino (1995-1926), aunque no he hecho como cada año, una dama de negro que acude a su lápida a ponerle flores en el aniversario de su muerte (alguien debe haber heredado el puesto, imaginamos) o la lápida de la brevísima e intensísima vida de Barbara Lamarr "with the god in the joy and beauty of youth) pero en este cementerio, cuyo símbolo es un infinito que no encuentro en mi teclado, están enterradas todas las grandes leyendas (luego está el West Wood). Por decir algunos nombres: Bugsy, Tirone Power, el fantástico mausoleo con pequeño estanque y cenotafio incluidos de Douglas Fairbanks. También están ahí, Jayne Mansfield, Marion Davies, Jhon Huston y un largo etcétera. Precioso y pacífico lugar...apenas hay turistas. La gente se ha olvidado, creo, de estas leyendas (por cierto, también vi la tumba de uno de los Ramones, llama la atención porque está su figura, que rompe con el clasicismo y la sobriedad, de rocquero, tocando la guitarra).

Después la encantadora Federica, italoamericana, jefa de ventas del Chateau Marmont, ha gastado media hora de su, estimo valiosísimo tiempo, para mostrame los lugares más interensantes del lugar. Ha sido encantadora y me ha demostrado lo valioso que es el tiempo en L.A.

No, no he visto la habitación donde vivía la Garbo, probablemente estaría ocupada, pero sí me ha enseñado los áticos. Dos habitaciones, una super clásica, otra más moderna y la vista impresionante de L.A. y su smog. Los preciosos bungalows junto a la piscina y sus electrodomésticos de los años 40 en perfecto estado de conservación.
Tampoco vi donde Billy Wilder, más pobre que las ratas, tomando una lata de sopa al día, escribió su primer guión...El alojamiento en el minúsculo cuarto del Chateau se lo financiaba algún alma caritativa que confiaba en su talento...pero tuvo cuatro años jodidos de verdad...El gran Billy Wilder. En bandeja de plata, Con faldas..., El apartamento...

He visto la piscina donde Natalie Wood tomaba el sol, el ático donde estuvo alojado Tim Burton... El chateau es un lugar donde se puede vivir como en casa.Eso sí, en una casa en algunos casos Art Decó, en algunos casos palaciega, en algunos casos llena de fantasmas que deambulan por sus pasillos. El Marmont conoció la grandeza más impresionante de Hollywood y eso se respira entre sus paredes. A pesar de la ostentación de algunas estancias, el chateau te protege, te mima...es como el nido ideal que quisiéramos tener todos los creadores. Si fuera Pérez Reverte no duraría en pasar dos otres meses al año allí.
Luego, oportunidades en HM. Vestido precioso por 20 dólares, igual la gabardina y otras pequeñas cosa. Y después al Drugstore...donde me lo llevaría todo. Las vitaminas mucho más baratas que en España. Haré acopio para traerme...y todo lo imaginable para estar guapo.
Ahora, en la soledad de la habitación me siento bien, escuchando a Michael Jackson, con el albornoz puesto...Y tres reflexiones para terminar.
1) Para ver L.A. hay que alquilar un coche. No hay otra. Probablemente lo haga mañana o pasado. Y yo quiero verlo todo: Santa Mónica, el Downtown, Melrose, los museos del cine, el Chinese Theatre, los estudios Universal y seguir con mis entrevistas por los hoteles.

2) No es un lugar para hacer turismo. Es un lugar para vivir y enamorarse de esta ciudad...Está hecha a retales. Lugares grandiosos, junto a los más cutres. Cuestas como las de San Francisco,; estudios de música, de cine, de tv. Sordidez y grandeza, cutre kitch y cool y clase, pared con pared...y esos cables horribles que cuelgan de todas las ciudades de los EEUU y que no vemos en las pelícuas. El terrible asfalto. L.A. es enorme pero no es una gran ciudad al uso.

3) La cantidad de chicos y chicas guapas que hay por el West Hollywood, Un porcentaje muy mayoritario, frente a los delmo (delmontón)


L.A es la ciudad donde sus habitantes también son retazos de muchos lugares. Donde nadie es extranjero porque todos los son. Es la ciudad perfecta para para desaparecer del mundo. Casi se podría decir que es su especialidad.

L.A. es la ciudad donde sus habitantes no tienen ni idea de los tesoros que encierran. Ni taxistas, ni el personal de los hoteles (salvo la encantadora Federica del Chateu). Desconocen en su mayoría la historia del cine, esa industria que fue el germen de una ciudad atípica, irreal, de colorín, superficial y sincera a la vez.

Mis valientes, esto ha sido todo por hoy. Espero bajarme fotos...pero es que no tengo el cable...

martes, abril 27, 2010

HACIA L.A ESCALA EN ATLANTA


El sol es espléndido el día 26 de abril cuando los 190 pasajeros del vuelo de Delta Air Lines despega hacia Atlanta. No me preguntéis el número, que se me olvidan estas municias. Me encantó poder ver all free películas de las que me habla Rentero en el Black Coffee y que nunca tengo tiempo de ver. Ya sabéis que las mamis sólo vamos al cine a ver pelis de niños. Entre el menú ví capítulos nuevos de Nurse Jackie, que junto con Glee, se ha convertido hoy por hoy en mi serie favorita. ” Qué pasó con los Morgan”, “It’s complicated” y aquella que dirigió Tom Ford, cuyo título he olvidado y sí, magnífica interpretación, pero, mis valientes, es que estoy hasta el moño de películas sobre tipos tristes que se quieren suicidar. Para triste ya es la vida…
He de decir que el personal de tierra de Delta es encantador y maravilloso. Isabel me cambió el billete de vuelta sin problema. Otra chica, si voláis con Delta la veréis en Barajas (es morena, pelo muy corto, expresión adusta pero, ojo) no recuerdo su nombre pero sí su punzante ironía. Cuando les dije que estaba escribiendo el diario, dijo, “pues anda, vamos a quedar de maravilla”.
Atlanta a L.A es otra historia. Después de dar vueltas y vueltas y montarme dos veces en el tren que te lleva a las puertas de embarque (pensé que me tenían que abrir la maleta y no, sólo el equipaje de mano) llegué sana y salva, a tiempo para mi próximo vuelo. Ahí conocí a Carmen una ex publicista que trabajaba para Warner casada con un montador del cine. El vivo reflejo del personal que habita L.A. Encantada con su vida en la ciudad y sin ningún deseo de regresar. Dice que en América todo en la vida es muy cómodo aunque, eso sí, la crisis también afecta al mundo del celuiloide y los directores se van a montar las pelis a paises como Bulgaria.
Así que, ojo Murcia, la idea de un Murciawood que esbozé como tres años atrás en 20 minutos no es tan descabellada. Por de pronto, yo ya he hecho mis pinitos como guionista.
Y sigo con la mía. Vuelo magnífico y después de seis pelis, llegada a Atlanta. Un aerpouerto gigantesco con una cantidad de personal impresionante. Ahí pasas la aduana. Un tío muy serio te pregunta hasta por tu talla de sujetador, te escanean los dedos, los ojos, examina si te pareces de verdad a la del pasaporte. Esto son controles. Me pregunto y si en España son tan estrictos.
El personal de vuelo de Atlanta a L.A., salvo un afroamericano guapísimo, era estúpido a más no poder. ¿Como puede cambiar tanto la gente dentro de una misma compañía?
La llegada a L.A fue absolutamente caótica. Mi dea principal era haber cogido un taxi y no lo hice. Craso error. Si vais a L.A. no deis la dirección, ni el número correcto…lo más importante es la zona. Yo iba a West Hollywood pero di la dirección…y me monté en un Autobús que me llevó hasta los Red Lands.,. a más de 70 kilómetros. El del autobús me cobró el recorrido (que era una pasta, el taxi me habría costado sólo 30 $) y luego le di otros 40$ por las molestias…el vivía por allí, era su última parada y me podía haber dejado tirada ahí mismo, pero no, me trajo a destino. De momento, Sunset Marquis. Un hotel megapijo donde una copa de Merlot puede costar la friolera de casi 16$..eso sí, con preciosos jardines y terrazas y habitaciones que te hacen sentir en casa. De aquí me voy a otros. Ya os iré contando la experiencia.

lunes, abril 26, 2010

DIA I MURCIA MADRID MADRID


Mis valientes. Inicio mi libro de viaje a Los Ángeles. No espero que lo sigáis al dedillo. De todos modos, yo siempre presupongo a los lectores la valentía. De ahí lo de mis valientes.
El viaje en tren una delicia. Una acompañante muy maja, una buena peli, Julia and Julie, y un sueño reparador. Un paseo espectácular por un Madrid bullicioso y arrebatador. Tiendas estupendas. Lo compraría todo pero me conformo con una pequeña inversión en una tienda de ropa de chinos. Una buena compra.
Antes he estado en la librería Fuente Taja conversando con Nativel Preciado. Firmaba libros. Le acompañaban unos amigos encantadores que, por cierto, tienen relación con Murcia. Ella está confeccionando unos programas para la galería "La Conservera", él se responsabilizó de edificios emblemáticos como el Vitalicio y el barrio Los Rosales (cuando era encantador, sí queridos, lo era, recuerdo sus ventanas venecianas. Las tengo grabadas a fuego. Una tía mía vivía allí y una noche dormí en una habitación con ventanas venecianas. Así que desde entonces amo las venecianas. Es curiosa como la memoria se queda con cierto días en la vida. Recuerdo todo de ese día. La luz, la temperatura, las ventanas venecianas) Él se llama Rafael Fernández del Amo. Nativel me acaba de recordar este detalle.
No, no estoy en Los Ángeles. Tiene la culpa una pieza que del avión Delta Air Lines que nos tenía que llevar hasta Atlanta. Despues de dos horas de espera nos han traído un hotel estupendo pero del que no puedes salir salvo en coche. He dormido, he comido con un matrimonio inusualmente abierto y proactivo de North Carolina, Naomi y Patrick. He conocido a un chico que trabaja para Apple. Ha sido todo muy, muy agradable. No hay mal que por bien no venga.
Quiero hacer el viaje por Norte América en tren del que me ha hablado Patrick. En tren. He descubierto que entiendo el inglés gringo perfectamente y no lo hablo tan mal...Se puede sobrevivir sin los phrasal verbs.
El resto de gringos me han parecido bastante herméticos. En la sala de embarque había un chico chicano cuyos ojos eran increíbles. Como si guardase el infinito tras ellos. Permanecía impasible, casi sin pestañear ni mostrar signos externos de emoción. Pasajeros miraban la pista de aterrizaje como esperando una respuesta. En silencio. El ambiente era limpio y el silencio también.
En este día he recogido todos mis apuntes en un documento de word, he dormido (la noche anterior apenas cerré los ojos tres horas y media tras otras tres horas de animada conversación con mi eterna amiga Mª Chus. Sigue igual. Es una mujer por la que no pasa el tiempo. Esa inocencia suya es algo bizarre en nuestros días.
Mientras escribo esto, un pajarillo se ha tropezado con el cristal de la ventana de mi habitación. Una y otra vez chocaba como aturdido...y sorprendentemente ha emprendido el vuelo.
Los aeropuertos son zonas francas donde hay ciudadanos del aire. Y ahí, y a bordo, somos frágiles y pequeños como fragmentos de una gigante piel de nube.

miércoles, abril 21, 2010

La diferencia


Chicos, me voy a L.A. a preparar un reportaje. No quiero contar más...pero sólo os puedo adelantar, mis valientes, que en un periodo de siete horas, cinco solicitudes que envié via e-mail a lugares importantes de la muerte...han sido contestados. Si esto sucede en España, o peor, en Murcia, los mails, probablemente, caerían en saco roto...El que recibe el e-mail torcería el morro y preguntaría ¿Y ésta quien coño es? Haría indagaciones...¿Tú conoces a ésta? Ah, pues yo tampoco. Y listos. Esa es la diferencia. Mientras a miles de kilómetros de distancia un nombre no es tan necesario para abrirse camino y cualquier iniciativa es tratada al menos con respeto y el beneficio de la duda, en otros, tu iniciativa es basura porque no conoces el contacto adecuado. Ahora, si lo conoces, lo que a tí te ha costado décadas en conseguir, al otro le costará media hora y una comida con su benefactor.

En ocasiones, si te conocen es peor aún porque la cantidad de prejuicios que circulan sobre los demás en una ciudad pequeña como esta son innumerables.
Recuerdo con simpatía la primera vez que llamé a mi madre desde NY en el año 1994. Mi madre me notó tan entusiasmada que me advirtió: "¿Pero no pensarás quedarte allí para siempre? "

Pues sí, quizá debiera haberlo hecho, mis valientes. Mejor estar donde te quieren y huir de donde te maltratan. Es lo lógico ¿No?
Y ya dejo de llorar mis valientes. La patita gorda va a cumplir uno de sus sueños adolescentes. Va a conocer Hollywood de primera mano. No es el Hollywood de los años 40, claro...pero algo quedará ¿No?

Y encima, ahora tengo todos mis chakras abiertos. OMMMMMMM

miércoles, abril 14, 2010

Ángeles Caso, mañana en su tinta


"Ni siquiera sabía por qué lo había querido tanto. Tal vez porque él la engañó y le hizo creer que era realmente así. O acaso porque ella confundió su cuerpo con su alma, y pensó que la extraordinaria belleza de su sexo erguido era prueba de suficiente bondad. Quizá sólo porque necesitaba querer a alguien y estar convencida de que alguien la quería a ella. Siempre había intuido que el amor podía ser ago caótico y peligroso, una estrategia de la parte más burlona dela vida para empujarla a un callejón y obligarla a pegarse a la pared y convertirla en un blanco perfecto contra el qu fueran a clavarse flechas envenenadas y agudas puntas de lanza. Debería haber prestado atención a aquella voz que le hablaba en las profundidades de la mente"


"Contra el viento"

Ángeles Caso


Dia 15 de abirl

Lugar: Biblioteca Salvador García Aguilar de Molina de Segura

20,00 horas.

martes, abril 13, 2010

Sardineros supersónicos

El otro día me dio por pensar que los sardineros salían volando con sus capas y trajes horterillas. Lo pensé porque hacía viento. También pensé que un sardinero surcando el cielo, con su copichuela en la mano, se planta ante Barreda y lo acojona. Mientras, otro grupo podría sacar a bailar a Cospedal y quitarle esa cara de acelga. Después de un pachín, pachín, todos tan amigos. Mais samba y menos politiquear, queridos. No me extraña que los regantes estén molestos por la abstención del PP. No se concibe, como no se concibe un sardinero sin estampar una pegatina en la teta de una señora. Pero no todo está perdido. Propongo una charanga por la sede del parlamento castellano manchego. Si los sardineros no lo logran, entonces habremos de rendirnos. Los castellanos los tienen bien puestos --más que nosotros por lo visto --y Rajoy está enamorado de Cospedal. Al menos parece que le debe mucho. Y en esos lereles no tenemos nada que hacer. Así que, desde aquí reivindico el espíritu sardinero: más vale más samba que fuerza.

Publicado el lunes 12 de abril en 20 minutos

jueves, abril 08, 2010

Los malos, los buenos


Hay gente mala. Hay gente buena. Y todos, todos somos malos y buenos. Incluso, en ocasiones pecamos de idiotas. Pero hay un especimen viscoso y cobarde que nunca da la cara. A veces, esta personalidad se denomina pasivo agresivo. Los más, la mayoría, ponen la sonrisa y piensan de forma claramente contradictoria a sus palabras. Es un mecanismo de autodefensa. Mucha gente se pone la máscara, porque es demasiado vulnerable, porque no le queda otro remedio.
Otros somos incapaces de finjir. Cuando nos enfadamos, nos enfadamos y luego andamos por los rincones pidiendo perdón, pero se nos ve venir...Quizá será porque Dios los cria y ellos se juntan...pero a mi me gusta, incluso en ocasiones me fascina, la gente así. Aunque a veces tengan malos modales, aunque a veces te hagan daño con las palabras. Pero es gente que va de frente. Que no engaña. Que no esconde tu mirada, como cantaban los Presuntos Implicados. Por suerte, mi entorno está llego de gente así. O gente que a veces te suelta una mentira amable por compasión...Por hacerte la vida más fácil.

También aparece, de cuando en cuando, ese tipo de ser grotesco y tontucio. Desde aquí te digo: No eres importante, no me haces daño y tengo ya la costra muy dura. AdemáS de esa cualidad tan necesaria en los tiempos que corren: la resiliencia. Así que chúpate esa. Resiliencia no me falta. Aunque a veces grite, aunque a veces llore, aunque a veces patalee y maldiga con frases que a cualquiera de vosotros, amados blogueros y vividores en el filo, os harían palidecer. En eso soy un poco gitana, qué le vamos a hacer...Pero de ley, de frente y resiliente (mis valientes).